martes, 17 de abril de 2012

1,1-11.

                 1Pablo, apóstol del Mesías Jesús por disposición de Dios, nuestro salvador, y de Jesús Mesías, nuestra esperanza, 2a Timoteo, hijo legítimo en la fe.
                       Te deseo el favor, la misericordia y la paz de Dios Padre y el Mesías Jesús, Señor nuestro.
                       3Al salir para Macedonia te encargué que no te movieras de Éfeso; tenías que mandarles a algunos que no enseñaran doctrinas diferentes 4ni se ocuparan de fábulas e interminables genealogías, cosas que llevan más a discusiones que a formar en la fe como Dios quiere.
                       5Esa orden tiene por objeto el amor mutuo, que brota del corazón limpio, de la buena conciencia y de la fe sentida. 6Algunos han fallado en esto y se han dado a vanas palabrerías; 7pretenden ser maestros de la Ley, cuando no saben lo que dicen ni entienden de lo que dogmatizan.
                       8Sabemos que la Ley es cosa buena siempre que se tome como Ley, 9sabiendo esto: que no ha sido instituida para la gente honrada; está para los criminales e insubordinados, para los impíos y pecadores, sacrílegos y profanadores, para los parricidas, matricidas y asesinos; 10para los libertinos, invertidos y traficantes de esclavos; para los estafadores, perjuros y para todo lo demás que se oponga a la sana enseñanza 11según el evangelio de la gloria de Dios bienaventurado, que me han confiado.

EXPLICACIÓN.
                     
1-11.              Remitente y destinatario. La mención del título de apóstol es propia de las cartas solemnes a comunidades (Rom, 1 y 2 Cor, Gál, Ef, Col); en otras más familiares (Flp, 1 y 2 Tes, Flm) está ausente. De hecho, en la antigüedad las cartas personales llevaban fórmulas introductorias muy breves. Sorprende, pues, que en esta carta y en las otras dos pastorales, dirigidas a individuos, el autor subraye la misión de apóstol de Pablo. Saludo (1-2).

                      En Hch 20,1-5 se describe un viaje de Pablo desde Éfeso a Macedonia, pero no puede pensarse que en aquella ocasión Timoteo se quedase en Éfeso (3). Fábulas, mitos y genealogías (4), las que solían hacerse especulando sobre materiales del AT. El conocimiento de Dios no se alcanza por especulación, sino por la fe/adhesión. Buena conciencia, expresión de las cartas más tardías, prácticamente equivalente a la expresión bíblica corazón limpio. Cuando falta el amor, comienza la palabrería (5-6). Maestros de la Ley (7), entendidos en las Escrituras.

                     Elogio de la Ley, extraño en la pluma de Pablo (cf. Rom 7,7ss; Gál 2,16; 3,21s); se hace de ella criterio de  moralidad y medio para mantener la disciplina. Coincide esta visión con la que se expone sobre los poderes públicos en Rom 13,1-7, pasaje probablemente interpolado. La sana enseñanza (10) o doctrina, terminología común entre los moralistas de la época; en el NT exclusiva de las cartas pastorales. Contrasta con la mención del evangelio (11), cuya radicalidad puede difícilmente designarse como una mera "sana doctrina", Dios bienaventurado, modo de hablar de las sinagogas de lengua griega (8-11).

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