6Si propones estas
cosas a los hermanos, servirás bien al Mesías Jesús, alimentándose con los
principios de la fe y de la buena enseñanza que has seguido siempre. 7En
cambio, evita esas fábulas profanas de viejas. Tú ejercítate en la piedad. 8El
ejercicio corporal es útil poco tiempo, en cambio, la piedad es útil para
siempre, pues tiene una promesa para esta vida y para la futura. 9Este dicho es
mucha verdad y todos deberían hacerlo suyo; 10y éste es el objetivo de nuestras
fatigas y luchas, pues tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, salvador de
todos los hombres, sobre todo de los fieles.
11Prescribe estas cosas y
enséñalas. 12Nadie te tenga en poco por ser joven; sé tú un modelo para los
fieles, en el hablar y en la conducta, en el amor, la fe y la decencia.
13Mientras llego, preocúpate de la lectura pública, de animar y enseñar. 14No
descuides el don que posees, que se te concedió por indicación de una profecía
con la imposición de manos del colegio de responsables. 15Cuida de esas cosas y
dedícate a ellas, para que todos vean cómo adelantas. 16Preocúpate de ti y de
la enseñanza, sé constante; si lo haces te salvarás a ti y a los que te
escuchan.
EXPLICACIÓN.
6-16. Timoteo
no debe dar órdenes, sino proponer con la enseñanza. Ésta transmite la que él
mismo ha recibido. Lenguaje metafórico del atletismo (7; ejercítate,
"entrénate"). La piedad, término frecuente en las pastorales (10
veces), que aparece una vez en Hch (3,12) y cuatro en 2 Pe (1,3.6.7; 3,11),
escrito tardío; parece disminuir el dinamismo cristiano y su proyección hacia
la humanidad (6-10).
Misión de Timoteo. La edad parece haber conferido preeminencia en las
comunidades. Lectura pública del Antiguo Testamento, como en la sinagoga; el
don o carisma de Timoteo parece ser el de instructor de la comunidad. La
imposición de manos, gesto de la cultura judía (Nm 8,10; 27,22s) adoptado por
algunas comunidades cristianas (en Hch 13,1-3, para la misión, indicada por la
profecía) (11-16).
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